Los sentidos del mundo


Impacto en la piel, profundo.
Impacto en el dolor airoso.
Impacto en el alma descubre.

Todo me es, nada me gana.
Presento el costado, cansado, de piedra escabrosa.
No lucho, no escucho.

Y en golpes, recibo la espuma de húmedos deseos,
que no son míos, que tal vez no quiero.
Y me besa el silencio, el todo del mundo
que ya no es paz ni desvelo,
sino sólo olvido para los ojos que se cierran.

Yo sigo siendo,
entrañando mi yo sin percibirlo.
Incubando solsticios para mi desdén.
Para que un día caiga y se marchite
frente a un portal de luces nuevas.

Quiero decirte que es el silencio
lo que más me palpita,
lo que saca el infinito de mi asombro
de adentro hacia afuera.

Y yo no crío huesos, no crío carne ni alma.
Solamente un revoltijo de mí misma.
Para mí tal vez hoy,
tal vez mañana.

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