Purgatorio (nuevo-viejo)


(Nuevo el nombre. Viejo el existir.)

Voy a purgar mis lágrimas lejos de tu almohada
Nunca las primeras
pero las que siguen, las que no quieren detenerse
Lejos, pero no tan lejos
que no sienta tu respiración
Lejos, a unos pasos, donde tu piel dormida
no me inquiete
donde tu cuello, fuerte y frágil a la vez
no atormente mis sentidos
Voy a pugarlas
abrirles la compuerta
o simplemente abrirla un poco más
Lejos de tu almohada
dejo que mi mar se vuelva salina
y dé sabor a tus rincones
Escuchando tu calor a mis costados
y sintiendo aun en llanto
la alegría de tenerte cerca
Presiento que nada nunca es suficiente
que nunca nada lo es todo
ni se le acerca
Pero un día es todo
tu mano en mi cadera
y al siguiente minuto es nada 
tu silencio ante mis ganas
Y entonces lloro, primero cerca
y después lejos 
de tu almohada
porque es lo que sé hacer
Y entonces río entre tus ojos
y entre mis ganas
porque es lo que sé hacer
Soy de extremos y de entrega
de escondrijo y de confianza
de miedo y escaleras
que me llevan o construyo
cuando todo me hace falta,
cuando siento tu cuerpo clavado
en el medio de mi alma.

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