La una y la otra
Sé que tus cielos se parecen entre sí y que algunos días pintás colores, que en lugar de buscar el sol dejás que te encuentre mirando las flores. Sé que la lluvia te habla y que poco te hastía, no más que el gris con que dibujás tus días. Sé que tu calma se llama cansancio, tu cansancio duda y tu duda soledad. Sé que tenés deseo ahí adormecido contando las horas para ver la luz, y cerrás las ventanas rindiéndote al sueño. Y entonces te miro, y entonces me miro y ahí me pregunto ¿quién sos, dentro mío?