perderse ahí

Le gustaba tanto leer que era como si los mejores momentos de su vida los hubiera pasado leyendo.
Por supuesto, no podía ser así, lo sabía bien: había sentido cosas inigualables y se le habían alterado todos los sentidos de placer provocado por otros hechos y acciones en su vida. 
Pero por algún motivo ese día se le ocurrió que no había nada como esa ansiedad que hace que uno quiera comerse las palabras para seguir avanzando al mismo tiempo que desea detenerse lentamente en cada una y en su sucesión para paladearlas infinitamente.
Fuera así, o no fuera así, lo bueno de todo eso era que siempre habría nuevos libros por leer. Era un placer que ni la falta de dinero ni la falta de tiempo (en el fondo siempre se puede hacer tiempo para la lectura, incluso robarlo) podían negarle.

Un instante después de darse cuenta de todo esto y meditar profunda aunque brevemente en ello, se encontró nuevamente leyendo el libro donde lo había dejado.




Comentarios

  1. Ah la lectura, los libros que me seducen y conquista, me pasa que me quedo atrapada y enredadas, en palabras, en textos , frases que me resuenan y me persiguen por momentos, las paginas de un buen libro me ponen alas. Comparto esas escapadas y robo a mi cotidianidad para encontrarme con un libro.

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    1. ¡Muchas gracias Gabriela! Sentimiento compartido por muchos, por suerte...

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  2. hace rato que no pasaba a saludar....así que ahí va, saludos y abrazos

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